Paxil: Nuestras raíces por David Ramírez Lavoignet
Tomado textualmente del libro “ Estudios indigenistas” Memoria del Primer Congreso Mexicano- Centroamericano de Historia.
“La zona arqueológica de Paxil, ocupa el centro de un triángulo,
limitado al Oriente por: el Río Misantla;
al Poniente por: el Río Quilate;
al Norte: sirviéndole de base, se encuentra la Sierra del Cojolite (Macuiltépetl), el Cerro de San Pedro (Huehuetépetl), el Cerro de Espaldilla(Maquiztépetl) y el Cerro Quebrado (Quetzaltépetl);
correspondiente al vértice situado al sur: los Cerros Culebras, Verde y Liquidambar, formando parte los dos primeros del lindero de este municipio de Misantla con el de Tonayan.
En medio del triangulo corre el Río Chapachapa con sus afluentes Matracas y Paxil. Este triangulo muy fértil ha sido el escenario de muchas leyendas de tipo religioso, donde se combina la fertilidad de la tierra con una toponimia elocuente vertidas en la lenguas tolteca, tototonaca y castellana, y donde la exuberancia de la vegetación dio al traste para ser considerada como el Yohualichan o la morada de la noche donde los dioses esperaban que amaneciera para poder formar el hombre con carnes originadas en el maíz.
El toponímico Paxil, para los totonacos fue simple designación de un arroyo calichoso, porque realmente lo es, aunque es indudable que un líquido lechoso también esconde la metáfora religiosa; pero lo más interesante resulta, que la designación tolteca de este lugar fue la de Tlalocan, es decir la residencia de Tlaloc, el dios del agua y figuradamente “ el paraíso”, nombre geográfico que aún se conserva en un cerrillo de las proximidades de la zona arqueológica , aunque ya eufonizado al castellano con la expresión de Toluca”.
Edición: Alan E. Meza Virués
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