EL PRIMER VIERNES DE MARZO.
Ángel Miguel Cuevas y Pérez
Cronista de la Ciudad de Misantlla.
Hace unos días releyendo algunos de los libros del maestro José Luis Melgarejo Vivanco (+), un estudioso de la cultura totonaca, me hizo recordar sus exposiciones en la Universidad cuando nos hablaba sobre el misticismo y magia de dicha cultura y como de una u otra manera aún se conservan algunos rituales transformados en costumbres y tradiciones para algunos pueblos con presencia o de origen indígena asentados principalmente en el medio rural, y son llevados a las ciudades.
Por lo que respecta a nuestra tierra, y remontándonos a nuestros orígenes sabedores de nuestras costumbres y tradiciones, no nos causa extrañeza la realización de algunos ritos de los elementos señalados, para ser más explícitos el día de ayer, viernes primero de marzo, que para muchas personas lo conocen como un día, virtuoso, pleno de dones y virtudes adquiridos por la suerte y el poder mágico principalmente para los niños o niñas que nacen en el transcurso del día, para algunas culturas entre ellas la totonaca los nacidos en este día traen por naturaleza ciertos dones de suerte, de predecir el futuro, el de curar ciertos males, y en su persona tener pocos padecimientos de enfermedades.
En este día aun muchas familias mizantecas acostumbran la recolección de azahares o sea las primeras flores de los arboles de limón, naranjo, lima de durazno flores de albacar, ramas de romero, ruda, mirto y maltanche para ponerlas en infusión con aguardiente, adquiriendo un valor curativo para ciertos padecimientos de cólicos y curar a personas que han sufrido ciertos sustos o espantos como coloquialmente decimos, a esto habría que agregar las limpias con ramas de sauco, albacar, hierba del negro con un huevo de gallina fresco, que permite quitarse el mal viento o como se dice hoy en día, quitar las malas vibras o envidias, a esta costumbre local habría que agregar ciertos prestamos culturales de otros lugares como el colocar arriba de la puerta principal de la casa un ramo de sábila hierbas aromáticas chiles y ajos de distintas clases todos estos elementos amarrados con un listón rojo dizque para la buena suerte y los malos aires, sirviendo al mismo tiempo de protección contra el mal.
Hace ya algunos años, el cronista de Catemaco, me invito a su tierra en el sur del Estado y visitar principalmente la región de los Tuxtlas, un primer viernes de marzo, para que presenciara las ceremonias y rituales de ese día y la adquisición y relevancia de todas estas prácticas y curas envueltas en la magia y creencias de estos pueblos, en esa fecha y
Aliviar los males, alejando o quitando los malos espíritus que afectan o dañan a las personas, lo asombroso de todo esto es que tal parece ser tomado por mucha gente que se deja llevar por lo supersticioso, pero lo curioso es ver que llegan hasta ese lugar personajes famosos de la vida política, deportiva y artística, para ser curados y comprar ciertos amuletos para la buena fortuna. Desde luego quiero señalar que la Iglesia católica esto no lo admite como bueno, señalando que son prácticas del maligno. Pero como señale anteriormente tanta es la afluencia de visitantes a estos lugares en ese día que hace algunos años el Gobierno del Estado a través de la Secretaria de turismo le quisieron dar otro giro ofreciendo otros espectáculos afines, como lo ha hecho con Cumbre Tajin en el equinoccio de primavera y que también nosotros los mizantecos no nos queremos quedar atrás y celebramos el equinoccio de primavera con rituales en las zonas arqueológicas de Paxil o en Los Ídolos aunque sea modestamente y en ocasiones con eventos fuera de contexto.
Pero como decía mi abuela: “no está por demás hacerse una limpiecita por aquello de las dudas”, o poner en infusión los azahares para: “echarse una copita de azahares para el susto”. Amigo lector ahí está: ciencia, creencia, mito o superstición califíquelo como Usted guste pero es parte de nuestra idiosincrasia cultural, y a pesar de los años transcurridos lo señalado por Melgarejo Vivanco está vigente aunque no del todo en las nuevas generaciones.
El Lic. Ángel Miguel Cuevas Pérez es Cronista de la ciudad de Mizantla, un estudioso de la historia de la ciudad y de la región a quien agradecemos esta colaboración especial, trabajo publicado en su muro el 20 de marzo del 2015.
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