MIZANTLA: Lugar del Venado

MIZANTLA: Lugar del Venado

Colaboración de: Sandra Maleny Marín González. Sandra es una mujer misanteca, estudió en la Universidad Veracruzana la Licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas (Facultad de Letras Españolas), columnista del Semanario “El Pregonero”, digna representante de la mujer de su tiempo. Gracias por su cooperación.

Misantla, Veracruz: ¿Cómo surge su bello nombre?

A propósito del aniversario de la Señorial Misantla, Veracruz: ¿Cómo surge su bello nombre? Esta es una posibilidad. El estudio de las lenguas indígenas es muy amplio y, definitivamente, interesante, ya que podemos encontrar raíces, significados y cambios lingüísticos que le dan sentido a las palabras o nombres de nuestra lengua que conocemos y pronunciamos al día de hoy, ya que no es extraño que en el español existan prestamos de lenguas indígenas, sobre todo del náhuatl.

El totonaco es una lengua aislada, esto quieres decir que no guardaba ni guarda relación con otras lenguas, por esta cuestión cada región tenía su propia forma de hablar, como es el caso del totonaco de Misantla. Sin embargo, al momento de hacer las transcripciones, con el préstamo de grafemas del alfabeto español, se estableció una relación para escribir algunas palabras del totonaco en náhuatl y así poder hacer su traducción. Aunque algunas palabras continuaron usándose como en sus lenguas naturales, y éstas son las que hoy llamamos indigenismos, como: maíz/mahis (planta), cacique/cakchique (jefe), jaiba/saiba (crustáceo), jícara/xacalli (vaso), achiote/achiotl (semilla), zacate/zacatl (hierba), mole/mulli (pasta molida), pozole/pozolli (caldo tradicional que se complementa con granos de maíz), ahuehuete/ahuehuetl (árbol de raíces frondosa), entre otros usos comunes en la vida diría.

Letras turísticas de Misantla, Veracruz

En el caso de la raíz del nombre de nuestro bonito y pintoresco pueblo: Misantla, que probablemente fue Mazatlán de la etimología Mazatl, que es venado y tlán, que es lugar, dando como resultado “lugar del venado”, podemos deducir el fenómeno lingüístico que sufrió hasta dar como resultado Mizantla.

Pues bien, la explicación fonética de dicho fenómeno puede resultar un poco complicada, pero es muy interesante y lo que pudo pasar con dicha palabra es un cambio o sustitución de las vocales, por lo tanto, la vocal abierta /a/ cambió a una vocal cerrada /i/, lo cual se refiere a que de Mazatlán paso a Mizatlán. Nota: son abiertas o cerradas según la posición que hacemos con nuestra boca al pronunciarlas: cuando pronunciamos /a/ abrimos, cuando pronunciamos /i/ cerramos.

Sin embargo, no se dio un salto de la vocal /a/ a la vocal /i/ de la noche a la mañana. La vocal /a/ es propensa al fenómeno de la disimilación, este fenómeno se refiere a la “alteración de un sonido para diferenciarse de otro igual o semejante dentro de una misma palabra”. Por lo tanto, las primeras dos vocales /a/ de Mazatlán eran iguales y había que marcar la diferencia entre ambas, para lo cual la primer vocal /a/ paso a ser una vocal /e/ y en algún momento fue Mezatlán.

Ahí no paró el cambio lingüístico. La vocal /e/ es un fonema inestable en la lengua española, y aunque normalmente se mantiene, a veces cambia a vocal /i/. En el caso de Mezatlán, la vocal /e/ no se mantuvo y por asimilación cambió a vocal /i/ lo que produjo Mizatlán.

Ahora bien, hemos resuelto la cuestión que corresponde a la primera parte de Miza-tlán, pero ¿qué pasó con la consonante /n/ intermedia y final? Bueno, lo que pasó fue otro fenómeno de la lengua, llamado metátesis. La metátesis “consiste en cambiar los sonidos dentro de una palabra” como por ejemplo cuando decimos “perjuicios” en lugar de “prejuicios”. Usualmente son errores que tenemos al momento de hablar. Entonces, nadie nunca corrigió la metátesis o error de pronunciación de Mizatlán por Mizantlá y tampoco se notó la asimilación de la última vocal /á/ por una vocal /a/.

Aunque el nombre original guarde relación con el nombre de Mazatlán, Sinaloa (que tiene el mismo significado que el de Mizantla) los cambios lingüísticos son diferentes respecto a la región y sus hablantes, ya que en las regiones totonacas se suele presentar los fenómenos de la lengua que en análisis anterior se expuso.

Letras turísticas de Mazatlán, Sinaloa

Está una teoría de lo que pudo haber ocurrido desde un comienzo con el nombre de Mizantla, lo cual es muy bello, porque parte de una cultura es la forma de sus integrantes y los cambios lingüísticos que estas formas producen al lenguaje, ya sea en lengua indígena o lengua española.

Finalmente, como dato curioso para cada lector: ¿sabías que las lenguas indígenas no son dialectos? Ya que un dialecto es una variación de una lengua, por ejemplo: el andaluz es una variación del español, por lo tanto, el andaluz en un dialecto. Otro ejemplo es el fukianés, que es una variación del chino, por lo tanto, el fukianés es un dialecto. Pero las lenguas indígenas son originarias, ORIGINALES, no proceden de ninguna otra lengua y hasta hacen prestamos al español, al inglés y otros idiomas, por lo tanto, son lenguas o idiomas y no dialectos.

Sandra Maleny Marín González es una mujer misanteca, estudió en la Universidad Veracruzana la Licenciatura de Lengua y Literatura Hispánicas (Facultad de Letras Españolas), columnista del Semanario “El Pregonero”, y digna representante de la mujer de su tiempo. Gracias por su cooperación.

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