LOS HERMANOS MARTÍNEZ GIL

LOS HERMANOS MARTÍNEZ GIL

Trabajo publicado por el Cronista de Misantla Lic. Ángel Miguel Cuevas y Pérez el 19 de mayo de 1915, que hoy por su interés publicamos en Misantla MX.

En esta ocasión quiero invitarlos a conocer otra perspectiva de la historia de Misantla y es a través de la música. Y que mejor de las voces de los Hermanos Martínez Gil, quienes fueron declarados «Hijos Predilectos de Misantla», en el ya un poco lejano 20 de enero del año de 1964 en el marco de la celebración del 400 aniversario de la fundación de Misantla, en un acto público realizado en el zócalo de la ciudad donde entonaron bellas canciones de su extenso repertorio: Chacha Linda, Relámpago, Escarcha, El Río Canta, Lucero, Dos Arbolitos y el Himno a Misantla que es la canción «Pocito de Nacaquinia» entre otras.

Se cuentan algunas anécdotas de ellos, principalmente de su adolescencia en Misantla: una de ellas, es cuando eran perseguidos por su padre para que fueran a la escuela, ya que siempre los encontraba con sus guitarras en los alrededores del “Pocito de Nacaquinia” (un pequeño manantial de agua fresca y cristalina) lugar que sirviera de inspiración a Chucho Martínez Gil para su huapango «Pocito de Nacaquinia.

Pablo Martínez Gil

Este es el hermoso manantial en Misantla que inspiró la canción de «Pocito de Nacaquinia de Chucho Martínez Gil

Nació el 24 de Enero de 1910, en Mizantla, Veracruz. Falleció en la ciudad de México, el 23 de Enero de 1987. Fue hijo de Pablo Martínez Guerra y Rosario Gil Barradas. Radicó en su natal Mizantla, Ver., hasta 1918. Desde 1919 hasta 1930 vivió en la ciudad de Jalapa. A partir de 1930 residió en la ciudad de México. Estudió primaria y preparatoria. Inició su carrera como compositor junto con su hermano Carlos, en Jalapa, Ver.; debutaron en plan profesional en Abril de 1930 en el puerto de Veracruz. Ese mismo año llegaron a la ciudad de México. Su primera obra fue «Jarochita», que compuso junto con Carlos. De niño tocaba el violonchelo y disfrutaba mucho de la natación. Ocupó los puestos de primer Vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM).

Fueron muchos los triunfos de los Hermanos Martínez Gil

Poseedor de gran nobleza, supo hacer muchos amigos. Fue hombre íntegro, siempre caminó en línea recta. Una de las cualidades que ayudaba a resaltar su personalidad era su gran facilidad de palabra, siempre habló y luchó por los derechos de los compositores. Le gustaba viajar, ver buen cine y televisión. Uno de sus pasatiempos predilectos era el ajedrez, pero principalmente la lectura, formó una biblioteca muy extensa. Uno de los temas que más le interesaba era la política. Siempre le gustó mucho todo lo relacionado con los aspectos sindicales y gremiales. Una de sus pasiones fue indudablemente la música, escuchaba principalmente el género romántico.

Carlos Martínez Gil

Nació el 8 de Octubre de 1909, en Mizantla, Ver. Falleció el 9 de Febrero de 1972. Fue hijo de Pablo Martínez Guerra y Rosario Gil Barradas.

Su carrera como compositor la inició en Jalapa, Ver., junto con su hermano Pablo, y debutaron, de manera profesional, en Abril de 1930 en el Puerto de Veracruz. Ese mismo año llegaron a la ciudad de México.

Su primera obra fue «Jarochita», que compusieron en coautoría Carlos y Pablo; con el transcurso del tiempo compondrían juntos muchas más.

Recibió la medalla Virginia Fábregas por veinticinco años de actividad artística, reconocimiento de la Promotora Hispanoamericana de Música (PHAM), por su obra musical. Asimismo, recibió varios Discos de Oro, Discos de Platino y muchos reconocimientos más, la mayoría de los cuales recibieron juntos su hermano Pablo y él.

Muchas canciones las compusieron en coautoría él y su hermano Carlos. Recibió muchos reconocimientos, como los Discos de Oro en 1953, 1954 y 1955. También la medalla Virginia Fábregas, con motivo de sus veinticinco años como artista, diplomas en Estados Unidos, Centro y Sudamérica, y en varias partes de la República Mexicana, así como diversas medallas al mérito por su labor artística. Se le hizo un emotivo homenaje en Veracruz, con motivo de sus bodas de plata como artista. Muchos de estos reconocimientos le fueron otorgados tanto a él como a su hermano Carlos, y a las ceremonias en que los recibieron, acudían juntos. Los hermanos Martínez Gil, Carlos y Pablo, fueron muy unidos, estuvieron siempre juntos en las buenas y en las malas. Eran inseparables, tan inseparables que descansan en paz en la misma tumba por deseo expreso de ellos. Además, el día que falleció Carlos, Pablo juró no volver a cantar…y lo cumplió. La satisfacción más grande para los hermanos Martínez Gil, era vivir de su música y de su profesión de artistas, así como haber recibido siempre el aplauso y la aceptación del público.

Los hermanos Carlos y Pablo Martínez Gil, llegaron a la ciudad de México en 1929 cuando tenían 22 y 19 años respectivamente, al año siguiente formaban parte del elenco musical de la Radiodifusora X E W «La Voz de la América Latina desde México» inaugurada en 1930. En 1935 formaron un Trío con su tío materno Octavio Gil Barradas y después integraron un cuarteto con sus primos Bojalil Gil. En 1937 los Hermanos Martínez Gil y Alfredo (El Güero Gil) formaron el Trío “Los Caporales”, al que se les unió poco después Chucho Navarro, Alfredo Gil diseñó un instrumento especial que llamó «requinto» guitarra pequeña con un sonido más agudo, que dio a «Los Panchos» su sonoridad característica y que fue incorporado en otros grupos similares que fueron surgiendo.

Como señalé anteriormente Carlos y Pablo nacidos en Misantla, habían formado un grupo musical con sus primos Jesús y Alfredo supuestamente originarios de Teziutlán, Puebla. Aunque ellos en entrevista decían que habían nacido en Misantla y que sus padres los llevaron muy pequeños a Teziutlán a vivir. El conjunto llamado Hermanos Martínez Gil cosechó muchos éxitos en Buenos Aires Argentina, en Japón, en Nueva York y en otros muchos lugares. El grupo se redujo cuando en 1940, Chucho Bojalil Gil marcho a Nueva York, donde conoció al puertoriqueño Hernando Avilés y a Chucho Navarro, mexicano originario de Irapuato, Guanajuato. Formando en 1944 el Trío «Los Panchos» que después de su triunfo en el extranjero esplendido en México, a partir de 1948 -1949.

Chucho Martínez Gil, nombre profesional de Jesús Bojalil Gil, adoptó el apellido Martínez por Eufonía. Con Motivo de sus triunfos en Buenos Aires Argentina, Chucho fue contratado por la N. B. C. logrando el mérito de ser el primer mexicano que cantó en el Carnegie Hall de Nueva York en 1937, también prestó su voz para personajes de Walt Disney.

Haciendo un análisis de sus canciones, el Mtro. Roberto Williams García, señala que en la canción “Relámpago” el autor describe al relámpago como una ignición en el cielo, al cual implora que se lleve a la malvada no solamente al más allá, sino más lejos, dicho otra manera cruda «que la parta un rayo». La imploración no es por odio, sino para evitar el espanto que le causaría simplemente el verla. No obstante, lo solicita como intermediario para que le diga que la quiere tanto que tan sólo escuchar su nombre le da ganas de llorar. Contradicciones propias del amor y el desamor.

En la canción «Dos Arbolitos», se asemeja con dos novios que habían nacido en su huerto y que para vivir a semejanza de esa pareja, clamaba por una compañera, la inspiración de esta canción surge en un rancho que ellos tenían en «La Lima» lugar muy cercano a Misantla, se dice que esta canción era la favorita del Presidente Manuel Avila Camacho y disfrutaba escucharla en las comidas que la gente le ofrecía.

«Chacha Linda», canción que evoca la inspiración femenina, se dice que la composición esta dedicada a una bella joven de aquella época, de facciones muy finas y de una tez blanca y delicada, de unos intensos ojos azules, y que tenía por nombre… «Pocito de Nacaquinia» huapango compuesto por Chucho Martínez Gil, transformado en el himno de Misantla, es un canto al amor a la tierra donde se nace y al amor femenino, es un canto a la historia que se encierra en ese lugar, convirtiéndose en refugio e inspiración de los Martínez Gil.

Muy hermosa se dice que era Justa García Kast la «Chacha Linda»

Los Martínez Gil, son los innovadores de introducir el silbido en sus canciones, y que popularizara después Pedro Infante. Se hacían acompañar de otros instrumentos musicales como la flauta y la sordina, creando su propio estilo musical que los distingue de los otros tríos.

Pero en cuantas formas se puede traducir la interpretación de voces, tan significativas en la canción romántica de México, como las del trío de los Hermanos Martínez Gil, son autores de tal fuerza sentimental, que bien puede decirse que en cada canción ponen el corazón para transmitir la frase de cuanto cantan. En las voces de los Hermanos Martínez Gil existe un estilo natural y difícil de imitar, pero en la misma carrera de estos artistas hay otro motivo que los reviste de personalidad propia y de presencia constante ante el público seguidor de su trayectoria que sumó varios años y produjo en ellos la madures artística.

Pudiera decirse que con los Martínez Gil es posible seleccionar fácilmente sus canciones y agruparlas, pero es todo lo contrario, en artistas como ellos es necesario pensar y seleccionar con cuidado para establecer los propios contrastes emocionales en los temas que más éxito tienen en su personal interpretación.

Guitarras y voces, canciones y melodías, están presentes en homenaje de los múltiples recuerdos que encierran, sus frases, sus títulos y hasta la misma época en que se escucharon por primera vez. Entre las canciones que llevaron por el mundo en emocionadas páginas musicales están obras de Ricardo Palmerín, Chucho Monje, Julio Rodríguez, Agustín Lara, Rubén Fuentes, Alberto Cervantes y Luís Martínez Serrano, ligados estos autores a la carrera artística de los Martínez Gil, son las voces y las guitarras que hacen vibrar de emoción hasta nuestros días a jóvenes, adultos y maduros.

Fotos: Crédito a quien corresponda

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