DE CAPULÍN.

DE CAPULÍN.

Autor: Vicente Mota y Orduña.

¡Refréscate con atolito -ese si que no ataranta-

Un agua pa´ el calorcito. Paleta, si no lo aguantas!

¡Y si arrecia el bochornito, nomás para abrir garganta

empínate un buen vinito, de capulín de Misantla!

Misantla es una tierra privilegiada y por sus alrededores hacia  donde quiera que usted mire, se aprecian árboles frutales que para fortuna de los habitantes de esta bendita ciudad se encuentran al alcance de la mano y proporcionan al paladar una y cien formas de consumirlos. 

No cabe duda que Dios fue bueno con los misantecos al dotar a nuestra tierra de  mucha  (harta) comida natural en forma de frutos.

Echarse a caminar cualquiera que sea el rumbo que tome, es una experiencia maravillosa. Lo mismo usted puede saciar la sed al exprimir una mandarina en su boca, comerse una naranja, disfrutar de una guayaba, saborear un mango, o paladear una de esas frutas exóticas que ahora también hay en sus alrededores, por ejemplo el maracuyá, o el lichi.

El agua de capulín es muy sabrosa.

Prodigiosa tierra es la nuestra –bendito Dios- en la que cualquier semilla que cae, se reproduce sin que a veces medie la mano del hombre, quien únicamente saborea de estas delicias por obra del creador. Así ha sido desde la fundación de nuestro pueblo, y le pido al creador que así continúe por los siglos de los siglos.

De entre la exuberante flora que cubre a Misantla, destaca un arbusto cuyo fruto de color morado es exquisito. Es en mayo cuando más abunda, pero desde el mes de marzo ya se ve florear para fortuna de los misantecos que ya se preparan para saborear su fruto en todas las formas posibles, mitigando así  un poco el calor que se manifiesta en todo su esplendor durante la primavera y el verano.

Las paletas de capulín son típicas en la zona de Misantla

Me refiero al capulín, ese fruto de alrededor de 1 cm de diámetro, de color morado y que varía entre el rojo brillante al negro, con un sabor astringente y ácido, y del cual –según ya he podido mirar en algunas publicaciones- los arbustos florean y se preparan para dar su fruto. Las propiedades de este pequeño fruto, son muchas y muy variadas y en nuestro pueblo, se usa en la preparación de aguardiente, para elaborar atoles, gelatinas, paletas, nieves, preparados y aguas frescas de un sabor realmente exquisito.

Al capulín se le atribuyen propiedades alimenticias extraordinarias, pues contienen vitaminas A,B, y C y son ricos en minerales como hierro, calcio, sodio, potasio, fósforo, magnesio, sílice, manganeso y azufre. Además de importantes porciones de ácidos: cítrico, málico y cianhídrico, además de cloro, proteínas y carbohidratos.

Tiene ventajas el ser misanteco! Los frutos de todos los tipos se dan en nuestra tierra y se pueden encontrar incluso en los patios de las casas, aunque por el río, en la sierra, y en otros lugares por los alrededores de nuestra ciudad, los encontrará en abundancia, permitiendo esto que muchas familias se vean beneficiadas de su comercialización. ¡Mmhh! ¡Qué refrescante y placentero resultan cualquiera de esos productos elaborados con capulín durante la época de calor!  A mí en lo particular, ya se me hizo agua la boca nomás de imaginarme una rica paleta o una agüita bien fría para combatir el bochorno. Nada como paladear -bien fría- esa bebida preparada con ese fruto morado. Y si es un vinito lo que se te antoja, pues empínate uno, pero recuerda, «el vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida».

Vicente Mota y Orduña, de profesión medico, por excelencia  poeta y escritor misanteco, quien tiene una gran sensibilidad y conocimiento  por escribir sobre temas de su  Misantla añorada.

Fotos. Tomadas del muro de “Díaz Mirón”

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