ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA PARROQUIA DE LA ASUNCIÓN, MIZANTLA.
Tomado del libro “Templo de Santa María MIZANTLA Siglo XVI” del Cronista de la ciudad de Mizantla, Lic. Ángel Miguel Cuevas Pérez.
A raíz de la conquista de México por parte de la corona española y con la llegada de los primeros frailes franciscanos comienza la evangelización metódica de la Nueva España.
A la mitad ese año de 1524, que los naturales llamaban pedernal 6, llegaron a estas tierras recién conquistadas Fray Martín de Valencia, Vicario del papa, con su conocido grupo de los doce frailes franciscanos que fueron los primeros que convirtieron y bautizaron a los naturales según la ley evangélica. Los misioneros de la orden de San Francisco se sentían protagonistas, junto con la monarquía española y el mismo Conquistador Hernán Cortés de un plan divino preconcebido de evangelización; consideraban que el hecho de haber sido los primeros en pisar el nuevo mundo era un designio providencial.
Los misioneros emprendieron también una importantísima labor hospitalaria y educativa, enseñando a los indígenas, gramática, música y toda clase de artes y oficios. En Mizantla esta tarea de evangelización estuvo encabezada por Fray Buenaventura de Fuenlabrada en sus primeros momentos, seguido por sus sucesores Fray Alonso de Santiago y por Fray Nicolás Hernández. La preocupación de estos misioneros fue la de construir templos y ermitas para impartir su doctrina religiosa. En la Antigua Mizantla(Pueblo Viejo),estos evangelizadores levantan un pequeño templo dedicado a San Juan (conociéndose después esta población con el nombre de San Juan Mizantla). Está edificado sobre un basamento de templo indígena, al finalizar la calle del pueblo y sus dimensiones corresponden a las de una población de relativa importancia. Posteriormente queda abandonado, cuando sucede el traslado o fundación de la nueva Mizantla el día 20 de enero de 1564. ( Foto Pueblo Viejo Iglesia)
Ya en el nuevo lugar establecido, la primera iglesia que se construye es la dedicada a San Sebastián y San Fabián, San Sebastián era por eso tiempos el santo patrono de la península ibérica por lo que los franciscanos lo instauran como patrón de la naciente población. Existiendo en el corazón del indígena una devota admiración por el santo que a la vez su festividad coincide con la fundación de la población. Este templo también se levantó sobre un montículo prehispánico, fue construido de madera con techo de zacate o zacamil, sin ninguna comodidad y solamente para resolver en forma inmediata las necesidades del culto, y en tales condiciones constituía un peligro por la facilidad que existía de poder incendiarse, no escapando a tal suceso, pues al año de su edificación, en enero de 1565, queda convertido en cenizas. Foto Cerro del calvario
Por ello el día dos de julio de 1565, se ordena una libranza de trescientos peso, a los naturales de Mizantla para la reedificación de su templo. Parece ser que en esa época se inicia su construcción de mampostería, quedando convertida en capilla. Para 1831 el jefe político del Cantón de Mizantla don Ángel Ochoa y Ortega en un informe que rinde dice “al final de la calle principal se halla una plazuela y un pequeño cerro de piedras, al parecer puesta amano : en su cima está situada la iglesia de San Sebastían y San Fabían o en el Calvario, de mampostería con techo de zacate, cubiertos sus costados con una argamaza de zacate y lodo.”
Al quedar este templo en ruinas a causa de un temblor, el santo fue trasladado al templo principal el cual se encontraba casi terminado. Es de tenerse en cuenta aún los ritos indígenas que se tenían con relación con su antiguo patrón San Sebastián que consiste en lo siguiente: se cuenta que en épocas de sequía, como de inundaciones se sacaba del templo al santo y en peregrinación se llevaba a su antiguo santuario para que recibiera tanto los rayos del sol como la fuerte lluvia para que sitiera la angustia del pueblo y redimiera los males, que recaían también sobre las siembras y cosechas. Castigo santo e ingenuo como la mentalidad nativa, a pesar de todo el pueblo creyente continúa cada 20 de enero, festividad del santo ( y como se ha dicho coincide con la fundación de la nueva Ciudad). Se le sigue rindiendo veneración y culto. Posteriormente se le conoce al lugar hasta nuestros días como “Cerro del Calvario” por las representaciones que hacían en la Semana Santa los frailes franciscanos del “Vía Crucis” y la crucifixión de Jesús.
Al verificarse la fundación de Mizantla en 1564, los frailes franciscanos siguieron visitando al pueblo, pues en 1570 actuaban como evangelizador Fray Nicolás Hernández, a él se le atribuye la pintura de una imagen de la Virgen de la Natividad, que ostentaba la siguiente leyenda “ se acabó esta imagen el día 24 de diciembre del año 70, patrona desde que se fundó este pueblo de Santa María Mizantla siendo Gobernador Don Jacinto Jiménez y capitán Tequitlato Don Lorenzo Francisco y Manuel Juan con sus compañeros, Nicolás Hernández . M.F.R dicha imagen se conserva actualmente en la Parroquia de Mizantla con un duplicado aproximado y de la misma época. Esta pintada en tela de algodón de manufactura indígena y muy deteriorada por la acción del tiempo, fue donada por la familia Gerón Barbadillo que la venían heredando desde sus antecesores, posible cofrades de aquel culto. La imagen representa a la Virgen María como “Madre”, esto en su advocación de la natividad. Su culto estuvo extendido durante el siglo XVI, y su introducción en Mizantla se debe exactamente a los misioneros franciscanos, pues el convento de Xalapa estuvo dedicado a la Virgen María.
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