PRESBÍTERO PATRICIO MICHEL.
Que persona mayor no recuerda en Misantla al Padre Patricio Michel que llegara a la ciudad en la década de los 50s, muchas personas lo recuerdan por su gran carisma y fuerte personalidad.
El nació un 17 de mayo de 1906 en Guadalajara, Jalisco, participó en la “guerra cristera” por lo que tuvo que huir de aquellos lugares. Años más tarde llegó a Misantla como Presbítero de la Parroquia de la Asunción en el año de 1950 permaneciendo en la ciudad durante más de 16 años ejerciendo su importante labor pastoral donde dejó una profunda huella.
En Misantla se recuerda con mucho afecto la importante obra en la Parroquia, entre ellas la realizada en el altar mayor construyendo el hermoso retablo de estilo barroco- renacentista, donde laboraron ebanistas misantecos como Agustín Soto, Narciso Sánchez, Félix Javier, Pedro Méndez Olivarez entre otros, también reparó los altares laterales de madera de la Iglesia, hizo muchas mejoras materiales a la iglesia y en lo pastoral, instituyó las platicas sabatinas de preparación para los niños que iban hacer su Primera Comunión.
Eran tiempos en que la Iglesia y su ministro tenían una influencia muy importante en el pueblo, el padre Michel como era conocido no era la excepción, un sacerdote en toda la extensión de la palabra, las mujeres en ese tiempo tenían que utilizar de manera obligatoria el “velo” para ingresar al templo y los hombres descubrirse, la vestimenta tenía que ser sumamente recatada, menciona la gente de aquella época que el padre Michel recomendaba hasta que películas deberían ver, sin duda un religioso muy especial que es recordado por la grey católica.
Muchos personas lo recuerdan como un sacerdote muy estricto, en especial las mujeres de aquellas épocas, rememoran al padre Michel quien exigía decoro y mucho respeto también instituyó en aquella época que las mujeres se sentarán en la parte derecha del pasillo y los hombres en la parte izquierda.
Una anécdota que recordamos de aquellos tiempos:
“ Era común que la chamacada de aquel entonces, íbamos a la doctrina semanal los días sábados por la tarde y que era impartida por damas católicas- la nuestra era Doña Chana Rivera Durán- nos enseñaban breves conocimientos que estaban plasmados en el Catecismo del Padre Ripalda cuyo nombre era Jerónimo Martínez de Ripalda. Los chamacos nos sentábamos en las bancas frente al altar y ahí repasábamos las preguntas del mismo que teníamos que memorizar para hacer nuestra Primera Comunión, previo examen. Una tarde llegó el padre Michel y se sentó en la parte posterior del templo para observar la labor catequista, no faltaba el chamaco chistoso que se quería pasar de listo, es cuando el padre Michel se levantó de su banca y reprendió severamente al chiquillo que sólo agachó la cabeza y se sentó ordenadamente. Al finalizar el padre Michel fue a la sacristía y regresó con una bolsa de dulces que nos regaló a los chamacos y desde luego nos dijo un “sermón” que escuchamos atentamente, así era el padre Michel.”
Murió en la ciudad de Teziutlán, Pue. en al año de 1969 pero pidió que sus restos fueran llevados a la ciudad de Misantla, lugar que siempre estuvo en sus afectos y sepultados en la Parroquia de la Asunción, donde actualmente reposan.
Un gran sacerdote muy recordado y respetado en Misantla.
Bibliografía: Templo de Santa María Mizantla Siglo XVI de Ángel Miguel Cuevas Pérez. Cronista de la Ciudad.
Comentarios de Facebook