POBLACIÓN Y TRIBUTOS DE MISANTLA.
Transcripción textual del libro “Relación de Misantla” Revisión y notas de David Ramírez Lavoignet. Universidad Veracruzana. 1962.
Al suceder la conquista española, la región de Misantla se encontraba densamente poblada, y así lo atestiguan los abundantes restos de ciudades arqueológicas , que en forma muy frecuente se encuentran por todos los caminos así como la abundancia de tiestos* correspondientes a las cerámicas totonacas y aztecas del siglo XV. Sin embargo, durante los primeros años de la conquista, no se verificaron censos en toda esta provincia, y cuando en 1537, el andariego Motolinia la recorrió a pie para conocerla, solamente advirtió que “ toda esta tierra que he dicho es habitable por todas partes, así en lo alto como en lo bajo, aunque en otro tiempo, fue mucho más poblada, que ahora está muy destruida…” ( Motolinia.* Historia de los indios de la Nueva España 1941).
Ciertamente no fue para menos la destrucción espantosa que la conquista trajo consigo, para todos los pueblos de nuestra actual República, y a la que no escapó la región de Misantla: muchas enfermedades, entre ella la viruela que introdujo el negro Eguía y la peste que se ocasionó en las guerras, aparte de las vidas invertidas por la colaboración que dieron los totonacos de la zona, en las luchas sangrientas de Pánfilo de Narváez, la gloriosa epopeya de Nauhtlan y la conquista de la ciudad de México.
Por otra parte los servicios personales a que acudían los nativos, para la edificación de la Villa Rica de la Vera Cruz, acabaron por diezmarlos, en aquellas largas caminatas acarreando madera y bastimentos a pie.
El sacrificio y abnegación de los totonacos, fue espontaneo durante largos años de un nuevo gobierno no cimentado todavía, y fue hasta 29 de agosto de 1544, cuando las autoridades virreinales visitaron el pueblo de Misantla para contar los jefes de familia varones y ver cuál debería ser el tributo que dieran a la corona española. De este modo quedó tasado y se ordenó que diera cada ochenta días.
- AL AÑO:
60 paños de cama labrados de tochomile * | 274 |
60 camisas labrada | 274 |
60 naguas | 274 |
100 cargas de maíz | 456 |
100 gallinas | 456 |
5 cargas de frijoles | 23 |
4 cargas de chile | 18 |
4 cargas de pepitas | 18 |
8 jarros de miel | 37 |
1 carga de miel | 5 |
Toda esta tributación se dedicó al beneficio del muelle de la antigua Veracruz, adonde tenían que ser trasladados y entregados, pero a pedimento de los naturales, solamente se continuara llevando a Veracruz y todo los demás tenía que situarlo en Xalapa ( Libro de las tasaciones de pueblos de la Nueva España) Siglo XVI. Archivo General de la Nación . México, 1952. Página 249.
Para el 13 de julio de 1545, la población continuaba decreciendo, y como habían fallecido muchos habitantes, acordó el gobierno colonial que por el termino de 4 años se suprimía a los nativos de Misantla el tributo de ropa y de 50 gallinas , de las 100 que daban, y todo el maíz y que en lugar de verificarse el tributo cada 80 días lo dieran cada tres meses, recomendándose pagaran lo que debieran del anterior , y que dicha aportación se depositara en las ventas de Lencero, Sedeño o Aguilar.
Sin embargo, parece que esta orden no surtió efectos completos, pues el 30 de septiembre de 1546, la Audiencia tasó nuevamente al pueblo de Misantla, ordenando que diera cada tres meses:
30 paños labrados | 120 |
30 naguas labradas | 120 |
30 camisas labradas | 120 |
50 gallinas | 200 |
Glosario
- *Tiesto. Recipiente de barro cocido utilizado comúnmente para cultivar plantas
- *Tochomile. Especie de adorno
- *Motolinia. Fray Toribio de Benavente. Fue un misionero franciscano
Bibliografía: Relación de Misantla. Diego Pérez de Arteaga.
Una respuesta
Que ilustrativa es la historia, de verdad nos quedó como herencia que nuestros antepasados eran muy prolíficos familias abundantes, y la tierra producía lo que se le sembrara, se dice que las pérdidas de aborígenes de las matanzas de Cortés fueron millones indígenas, la población quedo mermada, hay están los códices que hablan por su mismos, y las crónicas de Fray Toribio de Benavente (Motolinia), misionero franciscano, que es uno de los más acertados con sus escritos descritos en sus crónicas. Gracias por este excelente relato.