MISANTLA EN LA HISTORIA: LAS AÑORADAS POSADAS.
Una costumbre navideña que prácticamente ya despareció son las tradicionales posadas que ya inician, duran nueve días y que hace algunos años consistía en canticos navideños, piñata, dulces, ponche, colaciones, velitas, lucecitas y desde luego pedir posada con el infaltable cántico aquel de “ en el nombre del cielo, pedimos…” dentro de la casa estaba el posadero y fuera otro grupo pedía la tradicional posada para los peregrinos para finalmente dejarlos entrar y a empezar la fiesta sin faltar romper la piñata y toda la convivencia que le seguía, totalmente familiar.
Al menos en Misantla era la ocasión propicia para que la muchachada se reuniera en alguna casa para la tradicional posada donde lo más era tomar una copita de rompope o vino jerez y platicar con la pretendida, los más atrevidos se echaban su copita de “Club 45” y a prepararse para la siguiente posada en el pueblo, agendada previamente.
Eran días de llegar temprano a casa, no había los hoy llamados antros, ni las discos tan de moda algunos años después, la seguridad era total.
El parque era el punto de reunión para los chavos de la época a quienes gustaba desvelarse. Hoy la modernidad ha cambiado todo, la idea original se ha modificado y las posadas son el pretexto ideal para convivir donde el alcohol es el rey de la fiesta.
Aquellos que estamos de mediodía para la tarde saben de lo que hablo, queda para el recuerdo. De todas formas ¡¡Felices posadas!!
Fotos: Crédito a quien corresponda
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