LA FESTIVIDAD DE TODOS SANTOS EN MISANTLA.
Arturo Sánchez y Gándara.
Tomado textualmente del libro «Festividad de Todos Santos» Concepción y misticismo acerca de la muerte en el centro de Veracruz de Arturo Sánchez y Gándara. 2009
(Para Ausencio Sánchez y Rodríguez.)
En cierta ocasión don David Vázquez Martínez (+) mi informante me comentaba que en la actualidad había ceremonias y costumbres que no iban de acuerdo con nuestras tradiciones y con el significado que nuestros antepasados daban a la celebración de “Todos Santos”. A continuación interpreto y transcribo una charla con él: Escribo las palabras totonacas como me sonaron al oído y siguiendo la grafía del maestro Carlo Antonio Castro.
PREPARATIVOS: El día 24 de octubre, día de San Rafael, los hombres salían a la finca a cortar dos varas largas , barales de machacón, una vara más corta (crucero) y un bejuco para formar un arco, varias docenas de papata chachalaca que se transportaban enrolladas sobre sí mismas y amarradas con cordón de hoja de izote. Estas hojas son las propias para hacer tamales, pues como recordaremos, los tamales de la región en la que se emplean hojas verdes, no se hacen con hojas de plátano, sino con este tipo de hojas que crece silvestre en el campo. También llevaban consigo un racimo de plátanos de distintas variedades como blanco, guineo, roatan, bolsa, morado, dominico y manzano, este último bastante preferido por su suave consistencia y su aroma perfumado.
Por su parte, en casa las mujeres tostaban cacao y lo molían en el metate, entrada la tarde, varias comadres hacían tertulia para pelar pipián.
El 30 de octubre las mujeres ponían a remojar el maíz el día 31 lo molían, y dejaban agriar la masa, tostaban el pipián en el comal y lo molían.
Por la mañana del 1 de noviembre, muy temprano, cocían el atole agrio y hacían bolas de pipián; preparaban el “champurrado” con cacao molido, masa de maíz y lo endulzaban con panela de mancuerna o piloncillo. Hacían los tamales con masa y salsa de chile sazonada con ajo y cebolla, a los que agregaban bocado; una pequeña pieza de carne de res, de puerco, de gallina, de pollo o pato y, a veces de de pescado y camarón de río.
En las primeras horas de este día, se ofrecía a los comensales el atole agrio con las bolas de pipián, al mediodía se repartía entre familiares, compadres, vecinos y amigos, los tamales y el champurrado.
El día 2 de noviembre. La conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Por la mañana, las mujeres hacen los tamales de masa con frijol tierno, pipián molido, chayote, cebollina y chile verde, estos se reparten igual que el día anterior. En algunas casas a las 20: 00, 8 de la noche, se reza el Rosario de Ánimas.
El día 3 de noviembre, por la noche se reza el Santo Rosario. Los pequeños cabos de vela sobrantes de las velas que se encendieron en los altares el primero y dos de noviembre, ahora se utilizan colocándolos en fila sobre las banquetas, enfrente de la casa, en sufragio del Ánima Sola, ánima del difunto que no tiene familiares vivos, y que le sirvan de guía para llegar al altar.
Fuentes: Libro. “Festividad de Todos Santos”. Arturo Sánchez y Gándara. 2009.Editores S y G. Veracruz.mx
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