20 DE ENERO 1564-2023: ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE MIZANTLA – 2DA PARTE
Segunda Parte
LOS ORÍGENES.
La historia de los pueblos es determinante en la conformación de su situación actual, su riqueza sociocultural le va a distinguir de entre los demás pueblos de la región. En este caso Mizantla data de tiempos precortesianos cuando los totonacas alcanzaban sus esplendor cultural por entre los años 600 y 900 d.c. en lo que antes era Tlacolulan-Mizantla. El Profr. Melgarejo Vivanco afirmó que dicho lugar se encontraba poblado por grupos olmecas que se hallaban diseminados en grupos humanos asentados en los poblados de Tochtlan, Cipatlan y Paxil, quedando como testimonios las innumerables piedras labradas que se han localizado y dado el nombre de “Los Ídolos” y también las hermosas edificaciones estilo Tajin de Paxil. Tiempo después la civilización decayó, y según estudios, la mayoría de los habitantes se trasladaron hacia el Bajo Papaloapan y los restantes se repartieron para fundar los pueblos de Tlacuilolan y Mizantla “Viejo” aunque para el análisis de estas reubicaciones los estudiosos se encontraron con versiones enmarañadas en místicas leyendas del dominio local.
Para el año 1142, llega por estas tierras un personaje proveniente del centro de México, Mazatecutli (Señor de los Venados), cuya conquista motiva nuevamente a los Totonacos a desplazarse finalmente a Pueblo Viejo (San Juan Mizantla). Posteriormente el poblado sufrió nuevos embates de mexicas y tezcocanos en 1470 y 1486 respectivamente y quienes por ironía del destino fueron sorprendidos por los conquistadores españoles. Los antecedentes históricos perfilan lo que Mizantla es hoy; un lugar con riqueza ancestral y un presente del cual hoy celebra 459 años de su fundación.
Carlos Alberto Fernández Callejas
Historiador
MIZANTLA”EL VIEJO”
Haciendo un recorrido por la historiografía existente que contiene relatos y observaciones realizadas por parte de los misioneros mendicantes, así como viajeros y aventureros interesados en la búsqueda y conocimiento de las “cosas nuevas” durante los siglos XVI y XVII quedamos atónitos ante la descripción de la exuberante vegetación, de la riqueza en fauna, las formas caprichosas conformadas por los caminos prehispánicos, el colorido de la vestimenta de los antiguos pobladores de estas tierras.
Gran parte de los pueblos se encontraban dispersos y este problema de la distribución fue unos de los obstáculos a los que tuvieron que enfrentarse los frailes y colonizadores. En este matiz, a la llegada de los españoles en 1519. Mizantla “el viejo” se afincaba en el punto que hoy conocemos como “Pueblo Viejo”. Pequeño sitio ubicado a 4 leguas de las tierras ocupadas por la actual Mizantla, de difícil acceso y rodeado de cerros, fundido dentro de una copiosa vegetación.
La tarea fue ardua para el fraile franciscano Buenaventura de Fuenlabrada; pues toda vez que Mizantla figuró dentro de los pueblos que debían de evangelizarse, contemplando la idea de tener un fácil acceso a los indígenas, Buenaventura influyó en ellos para que emigraran a un lugar más accesible.
Los intentos por su nuevo asentamiento de parte de los religiosos fueron numerosos, sin haber logrado el objetivo anhelado. Posteriormente, el proyecto del evangelizador fue favorecido al considerarse las condiciones de vida que llevaban los indígenas, ya que semi aislados y en medio de constantes ataques por parte de los depredadores básicamente las águilas, con quienes compartían el territorio. Además de las “calenturas” provocadas por la humedad de la vegetación, las opiniones de los indígenas no fueron muchas, teniendo que aceptar la emigración.
En este contexto los misioneros para alcanzar la meta propuesta divulgaron y dieron impulso a la leyenda de “La Pichagua” (el águila) donde se relata y fundamenta que en el momento en que salían de misa los feligreses un águila descendía sobre el atrio del pequeño templo para atacar a los niños y llevarlos al NE, 4 leguas de allí donde se los comía dejando solamente las osamentas de los infantes. Quimera tomada para manipular la mentalidad étnica, interpretándose este mito como una señal de cambio, una imperiosa necesidad de mover el pueblo. Fue por ello que la mayor parte de de las familias asentadas en Mizantla “El Viejo” se dispusieron a inicio a su peregrinación.
De una parte, la minoría, tomó el camino por el sur mientras la mayoría se dirigió al NE caminando por las márgenes del río grande, hasta llegar al lugar designado simbólicamente por el águila. Se cuenta que de ese modo el 20 de enero de 1564 Mizantla quedó fundada en el lugar que hoy ocupa y donde su población logró un fuerte desarrollo, comparado con los asentamientos contemporáneos, gracias a las tierras fértiles regadas por los ríos y arroyos que la conforman.
Andrés Aguilar y Portilla.
Historiador
PROBLEMA AGRARIO Y MERCEDES DE TIERRAS.
Cumplimos los requisitos, la subordinación religión y congregación, que constituye el tema principal del gobierno de la Corona Española, durante los primeros años de la dominación, justo era que se concediera a Mizantla algún derecho…Nada hubo entonces que tuviera más valor para el indígena que la tierra…
Ramírez Lavoignet.
El tratar de abordar el problema agrario que se dio en Mizantla una vez realizado el traslado de una parte de la antigua población hacia el lugar que ocupa hoy en día la Señorial Mizantla es sumamente complejo; no obstante trataremos de adentrarnos en el tema.
Según información obtenida, durante la peregrinación de los pobladores del Viejo Mizantla al nuevo lugar señalado por el águila, en el trayecto surgieron dificultades en cuanto al lugar a poblar, es por ello que nacen tres grupos: unos fundaron lo que hoy conocemos como Chapultepec, cerca de Coacoatzintla ; el segundo grupo fundó Tonayán y el grupo mayoritario, Mizantla. No obstante, el que los tres lugares se localizaran relativamente alejados, pronto surgieron dificultades por limite de tierras.
Por ello fue necesario que en 1563 se elaborara El Códice Mizantla para así delimitar las tierras de cada uno. Sin embargo, el hecho de que se realizara a esta pictografía no garantizó que se acabaran las dificultades. El pleito entre Chapultepec y Mizantla continuó. Posteriormente se dará el otorgamiento de mercedes de tierras que favorecieron al pueblo de Mizantla.
Velazco Toro (1993) manifiesta que “en 1523 Carlos V ordenó la formación de villas de indios y en 1532 expidió la orden para que se les otorgaran tierras y pastos para el sustento”.
La tierra ha sido considerada, desde siempre, por la comunidad indígena como la madre que otorga la vida, el alimento, y en su seno recibe a sus hijos, cuando estos mueren para de este modo convertirlos en tierra. Según la cosmovisión indígena.
Ramírez Lavoignet, nos dice “La tierra no constituía una propiedad particular sino que la poseía el Estado, y su cultivo formaba la ocupación fundamental de todos los habitantes.
Así también, el derecho prehispánico que Mizantla tenía sobre sus tierras no fue desconocido por la Corona Española; no obstante, con el traslado de “Pueblo Viejo” a lo que actualmente es Mizantla, grandes extensiones quedaron como terrenos baldíos hecho que fue aprovechado para dar mercedes a los españoles que tuvieron algún merito durante la conquista.
El 13 de junio de 1565 , se concedió la primera merced a Cristóbal de Guzmán, gobernador de Mizantla en las tierras de lo que ahora conocemos como Chapachapa, cerca de la Congregación de Morelos, comprendiendo un sitio de ganado menor. Una constante que se da en las mercedes otorgadas es decir que los sitios son de ganado menor, es decir, ganado lanar y no bovino.
Otro de los sitios otorgados fue a Pedro Moya, el cual hizo a merced a la comunidad de Mizantla en las tierras de Xuchiltepec, el 10 de abril de 1585. Dichas tierras se encuentran sobre la margen derecha del río Mizantla y al oriente de Brazo Seco.
A Juan Quiñones, para ese momento gobernador de Mizantla, le fueron concedidas dos mercedes: una el 15 de noviembre de 1589 ubicada en la falda del cerro de Espaldilla, limitando con los ríos de Mizantla y Chapachapa y con la estancia de la Laguna de los lagartos. La otra merced concedida fue el 30 de noviembre de 1590, en las tierras de Chiconahuatalpula hoy Santa Cruz Hidalgo.
Las mercedes no eran otorgadas únicamente a gente española o de abolengo, el 23 de de febrero de 1591 se concedió un sitio de ganado menor a la comunidad de Xilopa( Brazo Seco) que fue sujeto al pueblo de Mizantla. Estas tierras actualmente corresponden a las del Acantilado, Manantiales y el Cuervo. Así también el 18 de noviembre de 1591, se concedió un sitio de ganado menor a Mizantla en el cerro de Omitepec (Cerro del Hueso) junto al camino que va a Colipa. Estas tierras corresponden actualmente a los puntos denominados: Cerro del Hueso, Plan de la Vega, El Zapote, Concepción y Santa Rita.
René García Hernández.
Historiador.
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