RUMORES DE PRIMAVERA.

Autor: Dr. Vicente Mota y Orduña, poeta y escritor  misanteco a quien agradecemos su valiosa cooperación

“Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol”. Eclesiastés.

Marzo se fue y abril ha llegado, y con él, el colorido de la primavera, las noches de azul intenso y luna llena que nos hace soñar. Los vientos tibios de abril ya lo pregonan. Son las cosas rumorosas de este cielo de abril que se desnuda al alba.

Ávida la mirada quiere volar, pero sólo brilla el espejo de su luz, blanca y tibia, de tanta vida. Mi alma agradecida se solaza al imaginar la exuberante vegetación, los paisajes hermosos, el río, el cielo azul intenso esplendoroso, los montes y los valles.

¡Princesa de mis amores, por eso te extraño tanto!

Han llegado al pueblo los vientos de abril, vientos espesos de vida que han preñado el vientre de la primavera.

En susurros, ya proclama sus primores la primavera en el campo, recién nacida. Se ven por doquier las flores que tienden su mágico manto. Una alfombra de colores cubre tu bendito llano.

Sin duda que la primavera inspira trayendo con su luz resplandeciente los suspiros que salen del alma. Trae consigo también sus rumores de nostalgia con su rocío matutino, y me baña el perfume de su aliento de los pies a la cabeza.

Y así, lleno de nostalgia, uno se imagina en la distancia, el paisaje que ya seguramente se divisa en el pueblo: Las montañas, los árboles que pueblan el valle, los pájaros que surcan el aire, su rio corriendo cuesta abajo. Cuánto añora uno admirar el paisaje esplendoroso que se esparce por la campiña de Misantla.

Uno sueña con ser parte de esa magia y escuchar como el susurro del viento acaricia el follaje de los árboles. Y mira el rítmico vaivén de las palmeras que se mecen embelesadas y se dejan seducir por su tibieza. ¡Oh Misantla!….Que multitud de ojos y avalanchas de voces se escuchan en tus campos.

Abril, rumores de primavera que hacen nido en el azul del cielo, entre los arreboles y el colorido del paisaje. Me imagino como desde el cerro del Calvario, se puede contemplar la belleza campirana. Al fondo, tu cerro emblema, el espaldilla, y surcando el firmamento, un mar de arreboles suaves como el algodón, toman forma de ángeles, de flores, de caballos apocalípticos y otros animales, y dejan filtrar los rayos del astro rey que caen a plomo, candentes, cegadores.

Pintan mis obscuras pupilas de colores el paisaje, matizando un cuadro al óleo indescriptible. Dibuja mi corazón estrellas en la noche azul intensa. Luna llena, naranja que se desgaja e ilumina los senderos.

Abril ha llegado y con él, la primavera que luce su blanca vestidura de aromas. Y yo, en la distancia, estoy contigo mi princesa amada, en esta más allá de la mitad de la vida en que todo se circunscribe a lo más íntimo.

Los rumores de primavera ya están en el ambiente. Se respìra un aire que incita a la aventura, a disfrutar del sol y de la brisa matutina. ¡Bendita primavera!

Quien vaya a mi ciudad, ha de encontrar mi casa.

Se mirará en el río que corre senda abajo hacia tierras lejanas;

Pasará por donde anidan las torcazas

entre los cedros y las chacas de exuberantes ramas.

Cruzarás con ansias de chiquillo aquel Puente Canovas

Trayendo a nuestra mente nuestra infancia lejana.

…Y volverás al nido con premura, mientras el tiempo se solaza en la belleza campirana renovando alegremente la esperanza.

El Dr. Vicente Mota y Orduña nació en la comunidad de   Sarabia del municipio  de Misantla, personaje con gran sensibilidad que le ha hecho incursionar en el aspecto literario, ha   escrito en diferentes medios como la “Tribuna de Sahuayo”; “Imagen de Michoacán”; “El Pregonero” en Misantla y ganador en dos ocasiones del  concurso nacional literario de Calaveras  Estatales de Michoacán convocadas por el ISSSTE en aquella entidad.

Poeta de gran sensibilidad, dueño  de una gran cultura que ha demostrado en diferentes eventos nacionales como internacionales.

Fotos: Tomadas del muro en facebook de “Misantla Legendario”