La ESGIM de mis recuerdos. Alfonso Meza

La ESGIM de mis recuerdos. Alfonso Meza

Texto publicado en el libro de “AÑORANZAS” cuyo autor es el ex alumno de la primera generación de la hoy ESGIM, Dr. Vicente Mota Orduña.

Autor:Alfonso Meza y Carmona

Era el principio de la década de los ochenta, cuando la ciudad de Misantla se podía decír que era apacible con los problemas propios de la época, en ese entorno llegué en mi caminar docente proveniente de la ciudad de Xalapa a la entonces Esc. Sec. Federal “Ignacio Mejía” (ESFIM) en la  ciudad Señorial, ahí iniciaría una etapa de mi vida profesional que marcaría mi destino.

Recuerdo el día en que ingresé por ese portón casi a la sombra del legendario árbol de mango, que  prodiga su sombra al Pocito de Nacaquinia, un icono de Misantla y  testigo de muchos acontecimientos,  que sigue ahí cual vigía eterno.

 En ese tiempo era Director de la escuela el finado Roberto Bustos García, un estimado maestro y  gran amigo que me abrió las puertas y mucho me ayudo en mi vida profesional, nunca olvido eso ni a otro gran compañero y amigo de la vida, el Profr. Agustín Castro Mancera, ambos fueron un gran pilar en mi vida docente.

📷: Profr. Roberto Bustos Garcia y Profr. Roberto G. Bonilla Becerra.

Llegué a la institución asignado con cuatro horas en la materia de Español, es decir sólo impartía la materia a un  grupo de inquietos muchachos de tercer grado pero eso me bastaba para hacer lo que me gustaba, ser maestro y tratar de que mis alumnos descubrieran la importancia de nuestro idioma, del hablar y escribir bien, que se adentraran al  mundo maravilloso de la literatura que nos transporta a otras épocas a través de las letras y que ensancha nuestra cultura, sin duda  fue una etapa llena de experiencias y aprendizaje.

En mi querida Secundaria, conocí a grandes compañeros y amigos que me brindaron su amistad de los cuales mencionaré a algunos con la suplica de antemano me disculpen si no menciono a todos: laboraban en la entonces ESFIM, Roberto Duarte Blanquet +; Enrique Morales+; Francisco Rosas+; Roberto Bustos García+ quien mucho impulso dio a la escuela y fue Director de la misma; el inolvidable  maestro, gran impulsor  del deporte, Guillermo Rodríguez, (+) fundador de la misma; Silvia N. Rivera Lara; Honorio Cano Gerón (+) ; Filemón López Lozano; Agustín Castro Mancera a la postre Director de la Escuela y  un excelente maestro; Amparo Moreno Rosales, quien fungió como Sub Directora; Gabriel B. Vázquez Viveros quien también fuera años después Director de la institución; Luz del Carmen Pedraza; María del Carmen Ortiz, Vicenta Morales; Paulino Hernández; Manuel Landa; Héctor N. Vázquez de los Santos; Erasmo Arévalo Palacios (+); Gabriel Saldaña Piteros quien un tiempo fue Director de la escuela.

Personal de la ESFIM – En la despedida del profesor Francisco Rosas

En ese entonces recuerdo en el área administrativa a grandes compañeras que siempre tuvieron atenciones con un servidor, Raquel Torres; Evelia Hernández; María Praxedis González; Alicia Santiago: María Elena Ramírez  Dorantes quien tiempo después sería docente  y muchos compañeros más, sin olvidar a quienes laboraban en el área de mantenimiento que con su labor también contribuían a la educación de los jóvenes.

Ahí tuvimos la oportunidad de convivir  con quienes hoy son hombres y mujeres de bien, diseminados por muchos puntos de nuestra geografía, muchos de ellos excelentes profesionistas con quienes nos hemos encontrado en el devenir de la vida, con algunos tenemos contacto y siempre es una inmensa alegría saber de ellos, de sus éxitos, un inmenso abrazo a todos ellos, siempre deseándoles éxito y prosperidad.

TURNO VESPERTINO

 Con singular alegría y nostalgia  recuerdo que al paso de alguno años de nuestra llegada, la propuesta del entonces Director de la institución Profr. Roberto Bustos García  ya finado  y a instancias e inquietud  del mismo  nos propuso   fundar el Turno Vespertino, que hasta la fecha funciona, fue así fue como con los compañeros Marco Antonio González Hernández, un gran amigo, maestro de matemáticas altamente apreciado por su don de gentes, sumamente respetuoso; Antonio Cabrera Lara, oriundo de la Huasteca, muy entusiasmado con el proyecto, maestro de Ciencias Sociales en ese tiempo y gran emprendedor; la finada Lucila Barrera a quien recuerdo con mucho afecto; la coatepecana Luz del Carmen Pedraza, maestra de Mecanografía con quien nos une un gran amistad; Ma. del Carmen Ortiz maestra de Taquimecanografía y que  entre otros nos dimos a la tarea de realizar una intensa campaña para reunir alumnos y así  fundar dicho Turno, logrando con éxito nuestra empresa.

Así fue como fundamos lo que llamábamos el  “Vespertino” que dio la oportunidad a muchos alumnos que laboraban por  las mañanas, hoy la inmensa mayoría hombres y mujeres exitosos,  triunfadores de la vida que pese a las limitaciones supieron aquilatar el gran esfuerzo y lograron concretar sus metas en diferentes ámbito, sin duda esta experiencia fue muy satisfactoria ya que en ese tiempo quienes laborábamos en el dicho Turno teníamos una excelente comunicación con los muchachos, convivíamos con ellos, los orientábamos y los apoyábamos de manera modesta y es que trabajar con material humano es enfrentarse al reto de moldear de alguna forma el carácter de nuestros alumnos, siempre lo tuve claro y   traté junto con mis compañeros  de hacer  de esa labor formadora lo mejor posible.

Fundación del turno vespertino en septiembre de 1984

Recuerdo con afecto a grandes compañeros de apoyo a la educación del Turno Vespertino: Flor, Gudulia, Don Rodolfo (+) Rosita.

El trato con los muchachos es una bella experiencia, más cuando se acercan a ti para pedirte un consejo u opinión, es cuando uno se da cuenta de la maravillosa labor docente, viene a mi mente, las platicas con muchachitos que me comentaban algunas veces sus problemas cotidianos, pero también sus sueños e ilusiones, muchos de ellos lo lograron con creces, hoy los veo exitosos y esa es la mejor satisfacción para un profesor.

En el tiempo que laboré en la escuela, tuve muchas  vivencias, anécdotas que recuerdo con alegría, como aquella en que cierto día llegué a la escuela con zapatos diferentes y que mis alumnos me lo hicieron notar, sólo alcance a decirles, “es la moda” a lo cual se soltaron la carcajada, obvio seguí laborando hasta terminar mi jornada, en otra ocasión y en un festejo del estudiante, un alumno pasó al foro para imitarme, la verdad me reí mucho porque me di cuenta que nuestros alumnos nos observan y muy bien.

Pero lo más gratificante de ser docente es poder transmitir conocimientos, contribuir a formar seres humanos, brindar las herramientas a nuestros muchachos esas que algún día utilizaron.

Otra remembranza es que muy a menudo mis alumnos me cuestionaban diciéndome que para que les serviría el Español y la Literatura siendo que algunos de  ellos serían  médicos, ingenieros, abogados etc. y la respuesta invariable era que  la educación es diferente a los conocimientos, una persona puede ser muy preparada mas no educada ni culta, habida cuenta que el español es nuestra lengua materna y en cualquier ámbito utilizarla correctamente es una prioridad, quizá hoy lo entiendan así, que la literatura es el alimento  espiritual además de ayudarles a formarse un pensamiento crítico y afianza su personalidad y cultura.

Profr. Pascual Romero Bandala, (+)

Una parte esencial en mi paso por la escuela lo fue el Profr. Pascual Romero Bandala, (+) siempre muy serio y formal, sin duda un gran maestro consciente de la gran responsabilidad que tenía como Director, nuestro trato fue muy especial, él como parte oficial y un servidor como representante sindical, no siempre estuvimos de acuerdo pero entendíamos que la meta era la misma, siempre dialogamos con sinceridad, hoy lo recuerdo con mucho afecto y vienen a mi memoria sus palabras en un convivio que le organizamos cuando se jubiló, ahí me manifestó su amistad y externó que si algo no había estado bien, se disculpaba, nos dimos un fuerte abrazo, a la distancia valoro muchos sus palabras y más su actuar. Descanse en paz mi estimado maestro.

Sólo me resta, desearle larga vida la Esc. Secundaria “Ignacio Mejía” hoy  (ESGIM) y muchos éxitos en su labor formadora, que la nueva generación de maestros siga con la gran tarea educativa que se inició hace 50 años  a favor de nuestros  jóvenes en momentos en que la educación es crucial.

Muchas gracias ESGIM por recibirme en su seno, aprendí y mucho. ¡Enhorabuena!

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